Amanecer en Angkor Wat


Cómo entender el asentamiento de Angkor Wat

El agua es la clave para entender Angkor Wat.

El dominio sobre ella fue la causa de la prosperidad del Imperio Jemer.

Eran gentes que llegaron del norte de la actual Camboya estableciéndose en la cuenca del rio Mekong.

El emplazamiento de Angkor permitía a los jemeres aprovechar una gigantesca cuenca fluvial entre las montañas Koulen y el lago Tonlé Sap, el lago más grande de Asia.

De esta forma, el agua que bajaba, no solo se utilizaba para beber, sino también para cultivar arroz o pescar.

El extraordinario aprovechamiento que del agua realizaron los jemeres queda patente en el sistema de presas y canales que realizaron para almacenarla en gigantescos estanques llamados baray. Por ejemplo, el baray occidental media 8 km de largo x 2,2 de ancho con muros de contención de 90 m de ancho y 9 de alto.

Angkor Wat: el templo religioso más grande jamás construido

Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1992. Quedó finalista en 2007 para optar como una de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo.

Según la leyenda, Angkor Wat fue levantado en una noche en un lugar escogido por un buey bajo influencia divina.

Se cuenta que un príncipe exiliado de la India llegó a la cuenca del Mekong en el siglo VI d.C. Encontró que todo el territorio estaba lleno de agua. Buscó un pedazo de tierra para descansar cuando se topó con un ser mitad mujer, mitad serpiente. Entre los dos surgió un flechazo. Consumaron su amor y los parientes de ella sorbieron el agua para crear un terreno donde pudieran vivir. Los dioses habían transformado el agua en tierra.

Pese a presentar elementos sobrenaturales, la leyenda siempre aporta elementos de verosimilitud sobre todo en lo referente a la identificación de los componentes de carácter geográfico para la comprensión del espacio, la sociedad y el medio ambiente.

Está considerado como la mayor estructura religiosa jamás construida. Forma parte del complejo de templos construidos en la zona.

Se desconoce su verdadero nombre. El nombre de Angkor Wat es una interpretación posterior a la de su construcción. Angkor significa “ciudad” y Wat viene del idioma jemer que significa “templo”, así que lo podemos traducir como “la ciudad del templo”.

Fue construido en el siglo XII bajo el reinado del rey Suryavarman II o “protector del sol” (1113 al 1150 d. C.) quien se lo dedicó al dios hindú Visnú.

Se tardaron 37 años en realizarlo.

No han sobrevivido registros escritos que no sean las inscripciones en piedra por lo que el conocimiento histórico y el verdadero proceso de construcción es bastante limitado.

Se piensa que se construyó como un templo funerario para el rey al estar orientado hacia el oeste ajustándose al simbolismo que existe entre el sol de poniente y la muerte.

El templo fue un centro espiritual, político y astronómico, el eje central de la vida en Angkor durante el reinado de Suryavarman II.

En su época Angkor fue la ciudad más extensa y poblada del mundo y una de las más prósperas. Se estima llegó a tener casi un millón de habitantes, mientras Londres en esa época apenas llegaba a los 50.000 habitantes.

Un par de siglos después Angkor Wat se volvió a consagrar esta vez como templo budista añadiéndose estatuas e historias relacionadas con Buda

Desde 1868 hasta hoy en día la bandera de Camboya siempre ha tenido alguna representación de Angkor Wat.

Se utilizaron más de 10 millones de bloques de piedra tallados, apilados en terrazas y galerías, cuatro veces más bloques que la Gran Pirámide de Guiza.

El templo ocupa 162,6 hectáreas, algo más tres veces el Vaticano.

Es un rectángulo de 1,5 x 1,3 kms.

El templo se encuentra sobre una pequeña isla artificial. Se dispone en cinco cuadrados de tamaño creciente, uno dentro de otro con los tres últimos ligeramente elevados para dar la impresión de una pirámide.

El cuadrado más grande es un muro de 3,6 kms que rodea todo el complejo y que a su vez está rodeado por un foso de 200 m de ancho con una profundidad de 4 m.

Entre el muro exterior y el del segundo recinto se encontraría la ciudad propiamente dicha, pero los edificios civiles se construyeron con materiales perecederos por lo que no ha quedado nada de un asentamiento que según las imágenes extraídas por satélite fue el mayor centro urbano preindustrial del mundo.

El segundo recinto o galería mide 187 x 215 m e incluye pequeños pabellones en cada esquina.

El cuadrado más pequeño es el santuario central que incluye las 5 icónicas torres.

Estaban recubiertas de pan de oro.

La más alta alcanza los 65 m, lo mismo que la Catedral de Notre Dame de París.

En su base había un nicho con la estatua de Visnú con aperturas a los 4 puntos cardinales, pero tras la reconversión del templo al budismo se cegaron las puertas para esculpir a Buda.

La cantera principal se encontraba a 40 km. Los bloques viajaron por el río a través de una red de canales en balsas de bambú para que fuesen llevados de forma natural hasta Angkor Wat.

Se cree que se utilizaron entre 5 y 10 millones de bloques de piedra arenisca con un peso de entre una y cinco toneladas cada uno.

Una vez llegaban los bloques se cincelaban y se colocaban en su sitio con la ayuda de unas 300.000 personas, 6.000 elefantes junto a un enorme sistema de cuerdas, poleas de coco y andamios de bambú.

Una vez ubicados, los bloques de arenisca fueron tallados con molduras y relieves.

Finalmente, eran cubiertos con una fina lámina de pan de oro.

Para la construcción se emplearon dos tipos de piedra, por un lado, la arenisca para los elementos más visibles, y por otro, para los muros exteriores y los cimientos se utilizó la laterita (piedra blanda, fácil de cortar que al entrar en contacto con el aire se endurece).

El problema de la laterita es que es una piedra porosa y poco estética por lo tuvo que ser cubierta con bloques de arenisca.

No solo era una barrera que protegía el complejo, sino que estaba diseñado para reducir la presión que empujaba hacia afuera desde la enorme acumulación de piedra. Sin este foso Angkor Wat se hubiera derrumbado.

La composición del terreno de Angkor es arcillosa. Los periodos de humedad y sequía son muy drásticos por lo que este tipo de terrenos constituyen todo un reto para los constructores.

La verdadera finalidad del foso es mantener el terreno húmedo evitando que el suelo se seque y hunda el el templo. 

El material retirado fue utilizado para el montículo de tierra donde reposaría el templo.

Se cruza a través de un puente de 12 m de ancho x 190 de largo que llega al templo.

Anteriormente, y para preservarlo, hubo una calzada de piedra.

Al complejo se accede a través de 4 puertas. La entrada principal está situada al este.

En la balaustrada están esculpidos como guardianes, nagas, serpientes mitológicas de cinco o siete cabezas que representan la lluvia o el puente entre el cielo y la tierra.

Una vez cruzado el puente se llega a una puerta, más grande que las demás, con 3 cúpulas.

El edificio que alberga la puerta principal se prolonga hacia los lados por medio de galerías.

Hay un patio atravesado de lado a lado por un camino de piedra con las balaustradas terminadas en nagas.

Al norte y al sur del camino hay 2 edificios conocidos como Biblioteca del Norte y Biblioteca del Sur. Aunque se llaman “bibliotecas” no hay certeza que de que su uso fuera ese.

Junto a las bibliotecas se encuentran sus respectivos estanques.

En el centro del patio aparece una plataforma elevada que conecta con el camino de piedra que va a dar a la Terraza del Honor, una plataforma en forma de cruz que sirve como antesala al siguiente recinto en donde sus relieves narran diferentes historias del hinduismo.

El edificio central fue trazado como un mándala representando la evolución del universo respecto a un punto central.

Es una representación gráfica utilizada en el hinduismo para mostrar el cosmos a través de formas radiales.

El templo de Angkor Wat, además de una gran obra de arquitectura, es una obra maestra de la escultura.

Los relieves que cubren los muros del palacio nos muestran las hazañas políticas y militares del rey Suryavarman II junto a las epopeyas de los grandes dioses del panteón hindú como Rama, Krisna o Visnú. De esta forma se equiparaban los hechos de los monarcas con los de los dioses.

Toda la pared está absolutamente cubierta con algún tipo de diseño o imagen, es lo que se conoce como horror vacui​, “miedo al vacío”.

Las esculturas aparecen por todas partes, en las paredes, pilares, puertas y techos. Incluso en el exterior de los edificios. Ver todos los relieves y esculturas llevaría más de un día.

Las tallas se realizaron después de colocar los sillares por lo que el nivel de precisión del escultor era extraordinario ya que no podía confundirse.

Las paredes de Angkor Wat son un museo al aire libre con más de 2.000 m2 de bajorrelieves que se ejecutaron para crear un efecto tridimensional.

Batalla de Kurushetra del Mahabharata, texto sagrado del hinduismo que narra la historia de la familia Bharata y su lucha por el poder.

Los ejércitos de los Pandava y los de los Kaurava marchan hacia el centro desde los extremos.

Aparece al héroe Arjuna que dispara una flecha desde su carro conducido por Krishna, dios de cuatro brazos, encarnación de Visnú.

Batalla de Lanca.

La batalla de los devas (dioses) y los asuras (demonios).

Guerra entre el bien y el mal. Lucha por el poder y la inmortalidad.

Victoria de Krishna sobre Banasura el rey demonio.

Victoria de Visnú sobre los asures.

Batido del océano de leche.

La obra más famosa del complejo. Del Mahabarata.

Friso de 48,45 m largo. El bajorrelieve consta de 88 dioses y 91 demonios, todos de tamaño natural.

Mito de la creación del mundo por medio del caos. Tiene similitudes con la cultura egipcia donde todo empezó en la oscuridad y en el caos, a partir de los cuales surgió el mundo. 

El mural cuenta como, al principio de los tiempos tanto los deva (dioses) como los asura (demonios) eran mortales. Estaban en continuas luchas por el dominio del mundo. 

Astutamente, Visnú los reunió para batir el océano de leche, uno de los siete océanos lejanos de la tierra y extraer la amrita, el néctar de la inmortalidad.

Finalmente lo consiguieron y Visnú engaño a los asura (demonios) para que entregasen el néctar a los deva que los hizo inmortales.

En el mural aparece Visnú en el centro, a ambos lados, devas y asuras tiran la serpiente enroscada batiendo el océano de leche para producir el néctar de la inmortalidad.

Actúa como un calendario gigante. Visnú representa el equinoccio de primavera, los 91 demonios de un lado representan los 91 días desde el equinoccio hasta el solsticio invierno, y los 88 dioses del otro representan los 88 días desde el equinoccio hasta el solsticio de verano.

El ejército de Suryavarman.

Audiencia real.

El cielo y el infierno. El juicio de Yama.

Yama es un juez de 18 brazos que preside el juicio de las almas.

La influencia astronómica en Angkor Wat

Angkor Wat fue concebido como una imitación del cielo en la tierra utilizando para ello millones de toneladas de piedra.

La isla, situada en el centro de este universo de estructura piramidal consta de 5 torres de capullo de loto simbolizando el monte Meru, la morada sagrada de los dioses.

La torre que sobresale evoca a la cima suprema. Es el centro del universo, el lugar de donde todo procede para el hinduismo.

Su interior estaba dispuesto para albergar los restos del rey Suryavarman II quien reposaría con los dioses en la montaña sagrada. Sin embargo, su cadáver nunca se depositó aquí.

El muro de cerramiento alrededor del templo principal simboliza a las montañas del borde del mundo. Mientras que el foso representa el mar cósmico desde el que comenzó la vida.

Cualquiera que ingrese a Angkor Wat atravesará una versión terrestre de la procesión sagrada hacia la iluminación según la mitología hindú.

La entrada al templo es una parte del viaje físico y espiritual que se ha de realizar. El final se encuentra en la torre central, el punto más alto que representa el nirvana, el estado alcanzado mediante la meditación y la iluminación en donde se liberan los deseos y la consciencia individual.

Existen detalles astronómicos avanzados. El sol sale sobre la torre central durante el equinoccio.

Los constructores también insertaron referencias a los movimientos del sol y la luna directamente en las medidas del complejo. La elevación más alta tiene dimensiones axiales externas de 189 codos de este a oeste y 176, 37 de norte a sur. La suma de estos dos números da 365, 37, es casi la duración exacta de un año solar.

Además, la torre central tiene 9 cámaras interiores cada una con una dimensión de 27 codos en dirección norte-sur y 28 de este-oeste. La órbita de la luna dura 27 días, tiempo durante el cual parecerá moverse a través de 27 regiones sucesivas del cielo.

En la cosmología hindú estas regiones se denominan mansiones lunares y según el contexto puede haber 27 o 28.

Así, mientas que la parte superior de la torre central refleja la órbita del sol, las cámaras de debajo reflejan la órbita de la luna.

La ciudad hidráulica. La importancia del agua en Angkor Wat

Angkor Wat fue una ciudad hidráulica avanzada con un sistema de agua totalmente único.

La estación seca transcurre de noviembre a marzo con temperaturas estables de alrededor de 30° C.

De mayo a octubre el monzón asola la región, el clima es muy húmedo y cálido (35° C) con lluvias violentas, pero de corta duración. Las inundaciones son frecuentes.

Los constructores consiguieron desviar el agua para alterar el nivel freático subterráneo y la composición de la tierra debajo del complejo, de esta forma evitaron que se hundiera por su propio peso, por lo que, efectivamente, flotaría sobre una base cambiante y permanecería en pie durante siglos.

Para la investigación del lugar los arqueólogos se han encontrado ante problemas tales como la casi inexistente falta de registros escritos, el estar rodeado de una densa jungla que hace muy difícil el trabajo, además del clima húmedo y tropical hace que el deterioro sea mayor.

En los años 60 del siglo XX el arqueólogo francés Bernard-Philippe Groslier utilizó la arqueología aérea para reconstruir el antiguo sistema de canales de agua que rodeaban y alimentaban el gran foso.

Su trabajo reveló un sistema de tal complejidad que Groslier apodó a Angkor Wat como la “ciudad hidráulica”, aunque no fue hasta la llegada de Fletcher y Evans cuando se hizo evidente este sistema de agua.

En 2012 se dio un giro radical gracias a los trabajos de los arqueólogos australianos Robert Fletcher y Damien Evans que usaron un escaneo aéreo conocido como LIDAR (Light Detection and Ranging /detección y rango de luz) para ver a través de la jungla.

En 2015 publicaron sus conclusiones en el libro El paisaje de Angkor Wat redefinido. Cambridge University Press.

Fletcher y Evans mapearon los sistemas hidrológicos que administraban, almacenaban y dispersaban el agua de tres ríos separados y un lago cercano.

Descubrieron que Angkor Wat no estaba situado originalmente en la jungla tal y como hoy lo conocemos, sino que se encontraba en el centro de una enorme área urbana de baja densidad. Allí, ocultos bajo la jungla estaban los restos de una enorme red de carreteras, zonas residenciales, santuarios, canales y estanques secos junto a miles de campos de arroz de riberas estrechas y bajas.

La red se extendía a través de más de 1500 km2 creando un área urbana del tamaño de la ciudad de Los Ángeles, el asentamiento más grande jamás construido en la historia humana antes de la Revolución Industrial.

Dentro de esta área habrían vivido una población de casi un millón de personas.

Los ríos y arroyos habían sido encauzados en multitud de canales de más de 16 kms de longitud y de entre 40 a 60 m de ancho, mientras que un vasto sistema de diques que se extendía a través de cientos de kilómetros desviaba el agua hacia donde se necesitase.

Se crearon enormes embalses llamados barays para almacenar agua, el más grande de los cuales tenía 8 kms.

Se construyó una vasta red de campos amurallados para la agricultura de arroz inundado. Con este sistema de agua se creó un paisaje de terrazas de arroz inclinadas con un suministro de agua independiente que habría aislado el área urbana de las sequías.

El sistema de agua claramente había sido construido para proporcionar un sistema de transporte a través del área urbana, así como un suministro doméstico de agua para saneamiento. Además, el sistema de agua disponía de numerosos estanques y canales llenos de peces, una fuente más de alimento para la población de la ciudad.

El templo perdido y su influencia posterior

Para Occidente, Angkor Wat fue un templo desconocido, perdido y olvidado hasta la llegada primero de misioneros españoles en los siglos XV y XVI, después, a mediados del siglo XVI del portugués Diego de Couto quien lo describió, y con la primera ocupación japonesa, fue Kenryo Shimano quien dibujó un mapa del lugar.

Sin embargo, todo cambió a partir del 1861 cuando el explorador y naturalista francés Henri Mouhot llegó al lugar encabezando una expedición de la Sociedad Geográfica Real de Londres. Mouhot fue el que puso en el mapa a Angkor Wat para Occidente.

Visitó la ciudad y publicó el libro Viaje a los reinos de Siam, Camboya y Laos.

Aunque, los monjes budistas y la población de la zona vivían y por tanto conocían perfectamente su existencia.

La ciudad perdida en la jungla influenció tanto en la literatura como en el cine.

El Libro de la Selva (1967) de Walt Disney. El rey Louie, rey de los monos y Mowgli.

Está basado en The Jungle Book (1894) escrito por Rudyard Kipling, Premio Nobel de Literatura en 1907.

El escritor anglo-indio se inspiró en el reciente descubrimiento que había tenido lugar en lo más profundo de la selva de Indochina: una enorme ciudad a la que la jungla se había tragado tiempo atrás.

Es muy probable que la idea de un templo perdido en Asia sirviese de inspiración para la película Indiana Jones and the Temple of Doom (Indiana Jones y el templo maldito) de 1984 dirigida por Steven Spielberg y protagonizada por Harrison Ford.

Sin embargo, la película que catapultó a Angkor fue Lara Croft: Tomb Raider (2001) de Simon West, protagonizada por Angelina Jolie. Basada en el videojuego del mismo nombre.

Sus espectaculares escenas de las raíces de los árboles en forma de pulpo absorbiendo parte del templo capturaron la imaginación mundial.


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