La esclusa de Esna

Es una parada obligatoria para todos los cruceros del Nilo sea cual sea el sentido de la navegación.

El curso del río presenta un desnivel de unos 10 metros de altura y fue necesaria la construcción de una esclusa que permitiera subir o bajar a los barcos, dependiendo de donde se encontrasen, para salvar ese desnivel y continuar con la navegación.

Entra el barco, se cierra y se vacía la esclusa y ya estas abajo o viceversa para subir. Actualmente se están ampliando las esclusas para poder acelerar el paso de los barcos.

En la esclusa entran 2 barcos a la vez y el tiempo de vaciado o de llenado, según el sentido, es de aproximadamente una hora.

La ciudad

La ciudad NO es segura. No te recomendamos que vayas solo sin guía.

Esna en árabe, Iunyt, para el Antiguo Egipto (capital del nomo III del Alto Egipto) y Latópolis para los griegos, en honor a la perca del Nilo -Lates niloticus-, pez característico de la zona.

Esna está situada a 55 km al sur de Luxor, en la ribera del Nilo. A más de una hora en coche.

Templo de Jnum

Los restos del antiguo templo egipcio de Jnum se encuentran en pleno centro de Esna, a unos nueve metros por debajo del nivel actual de la calle. 

XVIII dinastía. Siglo XV a.C. Estuvo dedicado a la tríada de Esna conformada por Jnum, Anuket y su hija Seshat.

Dedicado al culto de Jnum, considerado como el creador del huevo primordial desde donde surgió la luz solar al inicio de los tiempos.

Este santuario comenzó a ser construido durante el reinado de Tutmosis III y Amenofis II (XVIII dinastía).

En la época Saíta / periodo bajo (h. 664 a.C.- 332 a.C.), Dinastías XVI-XXXI, fue cuando sobre sus cimientos seria edificado el templo dedicado la triada de Esna: Jnum, Anuket y su hija Seshat.

La planta del templo guarda muchas similitudes con los templos de Dendera o Apollonopolis Magna (Edfú).

Solo se conserva su sala hipóstila, comenzada bajo los emperadores romanos, Tiberio, -segundo emperador romano- (14-37), Claudio (41-54) y Vespasiano (69-79).

Durante la conquista de Egipto por Napoleón Bonaparte, los lugareños se protegieron del ataque de los franceses bajo el techo del templo. Los agujeros de bala producidos durante el combate todavía son visibles sobre las capitales.

Conquistada la zona, los soldados franceses excavaron parcialmente el pórtico de la pronaos. Las primeras excavaciones científicas fueron realizadas por el egiptólogo francés Auguste Mariette a mediados del siglo XIX.

Tiene 24 columnas con más de 13 m de altura. Los capiteles compuestos se encargan de soportar las grandes losas del techo arquitrabado.

La decoración con bajorrelieves refleja escenas entre los dioses y el faraón, textos con himnos a Jnum, escenas astronómicas y un calendario de fiestas. Su conservación es muy buena. 


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