El nombre de la ciudad provine de Atenea, hija de Zeus y Metis (la prudencia).

Según la mitología griega, Gea, la madre de Zeus, advirtió a su hijo que su unión con Metis podría traer al mundo un descendiente capaz de quitarle el gobierno. De esta forma Zeus se tragó a Metis, quien embarazada siguió con su gestación dentro del cuerpo de Zeus.

En el momento del parto Zeus sufrió terribles dolores de cabeza hasta que Hefesto le abrió la cabeza de un hachazo naciendo Atenea.

Fue la diosa de la sabiduría y la estrategia en la guerra.

También fue la diosa de las artes manuales, recuérdese la fábula Atenea y Aracne (Las Hilanderas de Velázquez), donde la diosa convierte en Araña a la joven que se atreve a desafiarla.

Se mantuvo virgen.

Suele ir acompañada con los sobrenombres de Pallas (“niña”) o Parthenos (“virgen”).

Cuenta la leyenda que los habitantes de Atenas le comentaron a Cécrope, su primer rey, la necesidad de buscar nombre y protector para su ciudad.

Para tal fin aparecieron dos dioses, Poseidón (dios del mar, los tsunamis y maremotos) y hermano de Zeus, junto a Atenea.

Zeus les dijo a los pretendientes que regalasen un presente a los atenienses y el que más les gustase se haría con el protectorado de la ciudad.

Poseidón clavó su tridente sobre la Acrópolis e hizo brotar un manantial. Sin embargo, cuando los ciudadanos probaron el agua comprobaron que estaba salada, y no les gustó.

Atenea hizo brotar un olivo junto al manantial de Poseidón. Los ciudadanos se dieron cuenta de la importancia del regalo. Se podían alimentar de él durante centenares de años.

Poseidón se enfadó y retó a Atenas. Zeus tuvo que intervenir decidiendo que fueran los ciudadanos atenienses los que votasen eligiendo a su mecenas.

Los hombres, que en su mayor parte trabajaban en el mar, eligieron a Poseidón, mientras que las mujeres lo hicieron por Atenea.

Finalmente, la diosa ganó por un voto convirtiéndose en la patrona y protectora de la ciudad.

Sin embargo, en las luchas entre dioses, los mortales siempre acaban perjudicados. La cólera de Poseidón provocó un catastrófico tsunami.

Zeus ordenó a Poseidón que parase la inundación. A cambio, le concedió que se castigase a las mujeres.

La sanción consistió en la perdida del derecho al voto y la del apellido de la madre. Desde ese momento los hijos comenzaron a llevar el el del padre.

Desde entonces la ciudad adoptó el nombre de Atenas y en agradecimiento a su diosa protectora, el olivo plantando por Atenea fue venerado durante siglos en la Acrópolis simbolizando la victoria.

El olivo se convirtió en un símbolo de paz, prosperidad y civilización.

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